En un tazón grande, mezcla el queso costeño rallado, el almidón de yuca, la fécula de maíz, el polvo de hornear y una pizca de sal.
Agrega el huevo y mezcla bien. Si la masa está demasiado seca, puedes agregar un poco de leche para obtener la consistencia adecuada. Debe ser una masa firme pero maleable.
Calienta suficiente aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de continuar.
Con las manos ligeramente engrasadas, forma pequeñas bolas de masa del tamaño de una nuez o según tu preferencia.
Fría los buñuelos en el aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes, aproximadamente de 4 a 6 minutos, dándoles la vuelta ocasionalmente para que se cocinen de manera uniforme.
Retira los buñuelos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Sirve los buñuelos calientes y disfrútalos.